El violonchelista Rosel Rojas, estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Instrumentista Musical de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Provincial de Córdoba, se presentó como solista junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba el pasado 27 de junio. Bajo la dirección del Mtro. Hadrián Avila Arzuza, Rojas ha interpretado el Concierto para violoncello y orquesta N°1 en La menor, Op. 33 de Camille Saint-Saëns, en un gran logro que acredita su desarrollo musical.
En la historia del artista el violoncello aparece por una circunstancia muy particular. Rojas escuchó este instrumento caminando por la peatonal de Córdoba en un encuentro verdaderamente afortunado. Cuatro músicos tocaban en la calle, a la gorra, y él se sintió impactado por un sonido que no lograba capturar del todo. Así se acerca al violoncello, conociendo además a quien hoy es su compañero y colega de orquesta, el cellista del Cuarteto Amadeus.
Ese inicio parece lejano ante la ejecución solista con la Orquesta Sinfónica de la UNC, que representó para Rosel Rojas tanto una oportunidad de aprendizaje cuanto el cumplimiento de un sueño. Esta experiencia, según relata, significó un crecimiento importante en su carrera y un momento de disfrute ligado al vínculo con el público y al trabajo colectivo con el conjunto de músicos que componen la orquesta. Al término de la presentación pudimos vivir su emoción y la expectativa por volver a tocar en el futuro próximo, siempre agradecido con sus profesores y maestros, quienes lo acompañan en su desarrollo técnico desde los dieciséis años cuando entró al Conservatorio Felix T. Garzón.
Entre los aspectos más relevantes que destaca de esta nueva experiencia, figura la importancia de la tenacidad en los aspectos musicales, aunque suma a ello el cultivo de ciertas habilidades ligadas a la paciencia y a la concentración.
Por eso el artista acentúa el valor del acceso público a la música clásica y a los mecanismos de enseñanza y aprendizaje de estos conocimientos, coincidiendo con la visión de la Universidad Provincial de Córdoba, e insiste sobre la importancia de los trayectos curriculares de la FAD. Además, recomienda la práctica de escuchar música clásica en vivo. Dice que es una experiencia única que no se reemplaza con ningún tipo de plataforma y agrega sobre esto una frase reveladora:
“a todos les gusta cuando van por primera vez”. Sin dudas, los diferentes vínculos con la música nos impulsan a expresar nuestras mejores cualidades.
